Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía.
John Ruskin (1819-1900) Crítico y escritor británico
¿Cómo será el mundo de tus hijos? ¿Qué oportunidades habrá para ellos? ¿Qué diferencia hay entre el mundo de ellos y el tuyo?
¡Bienvenido al Siglo XXI!
Hoy como nunca los cambios que se presentan en el mundo son cada día más veloces, y por increíble que parezca se ven, pero no se perciben, en unos cuantos años el teléfono celular, las computadoras, y los juegos de los niños han presentado un desarrollo espectacular, sin embargo todo esto significa que algo ha cambiado y sigue cambiando, y ese algo es el modelo de pensamiento.
Mientras los abuelos aun arrastraban una carrito con un hilo, los nietos usan juguetes con un poder computacional superior al que mando al primer hombre a la luna en 1969, hace tan sólo 41 años.
En 1984 el banco más avanzado del país usaba aun sumadoras de palanca, hoy un cajero puede saber si tiene fondos un cheque, ver la firma y si tiene más servicios el cliente en la pantalla de su procesador al momento. Han pasado tan sólo 27 años.
En 1994 apareció el primer teléfono celular en México, pesaba dos kilos, media 30 centímetros, no tenía funciones adicionales, su cobertura muy limitada, hoy tienen música, cámara fotográfica, agendas, alarmas, acceso a Internet, GPS, vídeo y funciones de Windows y tan sólo pesan unos cuantos gramos y miden en el mejor de los casos menos de 10 centímetros. Han pasado tan sólo 17 años.
Hoy cada 6 meses aparecen modelos nuevos de teléfonos celulares y computadoras portatiles.
Mientras los padres de la actual generación de niños en primaria, compraban monografías en la papelería para hacer las tareas, su hijo tiene acceso a toda la información que existe en el mundo, con tan sólo tener conexión a Internet en su casa, puede tomar clases a distancia, mandar la tarea al finalizarla, ser evaluado, recibir asesoría, e incluso tener sus calificaciones sin salir de su habitación.
Esto tiene que ver no sólo con la modernidad tecnológica, sino con nuevas formas de pensar, no comprender esto representaría condenar a los niños a vivir en el atraso aun teniendo carreras universitarias, porque son estos esquemas de pensamiento los que están y estarán generando los cambios, las maquinas, las empresas y los avances de la humanidad desde ya.
La experiencia de los padres parte del pasado, al igual que la de sus abuelos y demás ancestros, los niños de ahora son arrastrados materialmente al futuro, programas como “Dora la Exploradora ” o “I Carly” nos dan pistas de los cambios en los niños en sociedades más avanzadas, pero al mismo tiempo nos dejan ver que hoy como nunca nuestros niños mexicanos pueden acortar y hasta eliminar esas brechas, el Internet y todo lo que las tecnologías de la información están dando al mundo es un salto cuántico en la formación de ellos.
¿Qué se necesita? Que los padres comprendan su papel y ayuden a los colegios en su labor de guiar e informar a sus hijos sobre esas oportunidades, ya no basta con tenerlos en los mejores colegios, su desarrollo no pasa por el trabajo docente en su totalidad, los niños precisan ser acompañados por sus padres en este proceso.
No basta con aprender a usar la computadora y chatear con ellos, es necesario mirar el potencial de los niños y buscar los caminos para guiarlos y ellos puedan acceder de manera más rápida, más segura y más efectiva a las oportunidades que el nuevo mundo les ofrece.
Negar esto a sus hijos es dejarlos fuera de las grandes oportunidades que el siglo XXI tiene para ellos.
Martín Arellano Solorio
Super Learning
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