martes, 7 de diciembre de 2010

Los valores contra un mundo desechable

Los valores contra un mundo desechable

No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.

Paulo Coelho (1947-?) Escritor brasileño

Cada vez se estás más lejos de los hijos, a veces por el trabajo, a veces por la ignorancia, otras por la educación, pero ahora como nunca la brecha es inmensa, la tecnología cambió el mundo, y el mundo de tus hijos va al espacio y el tuyo se quedó en la rueda.


Durante la última década los padres se han esforzado por darles a sus hijos la mejor versión material del mundo, un mundo que ellos no vivieron, el avance de crédito en el mercado permitió como nunca a la sociedad vivir en el futuro, porque apostaron sus vidas a tener un empleo porque ya tienen hipotecado un tiempo que aun no han vivido.

Fascinados por los avances, y la posibilidad de tener la sociedad fue perdiéndose en un mundo de tener que pagar lo que ya existe en casa, largas jornadas, distancias enormes que recorrer todos los días, fueron apartando a las familias sobre todo en grandes ciudades.

Papá y mamá lejos, sólo tenían la satisfacción de dar a sus hijos lo que ellos no tuvieron, y olvidaron dar lo que sí tuvieron, la cercanía de sus padres, un modelo de familia, que ya no pueden reproducir porque su mundo cambió.

El de sus hijos aun más, la tecnología retiró a los niños de los barrios, de los patios de juego y los confinó a un ordenador, se constituyeron las familias de fines de semana.

Hace menos de 100 años, aun los grandes grupos familiares convivían en festividades importantes, ahora las fiestas de los chicos son en Burger King, o en salón de fiestas.

Todo tiene un orden diferente, y los chicos se alejan afectivamente de los valores del un mundo que parece desaparecer a pasos agigantados.

La sexualidad se ve de manera diferente, ahora es saber para ejercer, el vivir lejos de uno de los padres por los altos índices de divorcio producto de una sociedad que empuja a elegir sin tantas referencias, la promoción del placer y la flacidez de los valores que ya no se ven en casa, se aprenden de la televisión.

Hoy como nunca la oportunidad de aprovechar al máximo lo que la tecnología de la información aporta, abre la puerta a repensar el poder de los valores, el amor, la compasión, la solidaridad, el respeto o el orden.

La familia como unidad principal, su defensa su cuidado, y sobre todo la posibilidad de que esta generación la mejor preparada académicamente de la historia, tome el valor de romper ese modelo de producir y producir, y diseñar un modelo de vida integral de trabajar con más inteligencia, administrar mejor y disfrutar lo únicamente humano que puede perdurar, el amor, los hijos, la pareja y la vida misma.

No todo es desechable, las relaciones pueden ser perdurables y enriquecedoras, pero requieren tiempo, inteligencia y compromiso.

En el mundo de tus hijos, serán los valores como el amor, la ética, el respeto, el compromiso lo que hagan la diferencia, no importa el colegio, el proyecto de vida que ellos lleven o que tú sueñes para ellos, los valores son la base, el ancla, el soporte, para que ellos no se pierdan en la marea del la información que a veces confunde, pierde y destruye.

Un beso, una caricia, una sonrisa, una palabra amorosa no se puede sustituir con nada.

Super Learning
La Revolución del Aprendizaje

1 comentario:

  1. Excelente artículo, es lo que se debe retomar ante una "sociedad ligth" debemos ser consientes de que nuestros hijos son nuestro reflejo, que ellos aprenderán lo bueno y lo malo que nosotros como padres les mostremos.

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