Conocer y saber la sexualidad de cara al siglo XXI.
Conocer y aprender la sexualidad, no es lo mismo a entenderla y saberla vivir, este es un paradigma que probablemente quedó inconcluso en su paso a las nuevas generaciones.
Hay una comparación que parece quedar exactamente para poder explicar como se vive la sexualidad de acuerdo al modelo actual y que voy a detallar.
Una cosa es poseer un arma, otra cosa es conocer como funciona, y una muy diferente saber cómo usarla, cuando es el momento, en que circunstancias, y cuando su uso apropiado hará que realmente aporte un beneficio o servicio adecuado.
El cuerpo es exactamente igual, conocer como funcionamos fisiológicamente es bueno, nos aporta información, básicamente es como mostrarnos las partes que tiene una pistola y que sucede con ella cuando la manipulamos.
Sin embargo, ¿Cuándo es el momento de usar la sexualidad? ¿Qué sensaciones experimentan los jóvenes con su cuerpo? ¿Por qué? ¿Cuándo somos instinto y cuando comenzamos a ser sociales o pensantes?
Los jóvenes tienen inquietudes, el cuerpo los impulsa a buscar la pareja porque eso es la naturaleza en acción, sin embargo, nuestras sociedades han retardado ese periodo de maduración en beneficio de sociedades más preparadas intelectualmente, es decir, el tiempo que los chicos se forman académicamente, es un tiempo robado a la fecundidad y la vida de pareja.
Esto hace sociedades más preparadas y altamente productivas en comparación a las antiguas.
Este punto es la tendencia para el siglo XXI sociedades más pensantes sobre sociedades más físicas.
Es importante que los jóvenes aprendan a conocer sus cuerpos, sus sensaciones y a cuidarse, sin embargo, una cosa es cuidarse, y otra cosa es empujarlos constantemente a vivir por el placer que la sexualidad aporta, cientos de pautas publicitarias ya no hablan de cuidado sino del placer por el placer mismo, el sexo se está convirtiendo en una droga más, en una adicción más.
La sexualidad en si misma es aun ahora la fortaleza de la relación de las parejas, un vínculo de unión, que se ve violentado cuando la confusión invade al tener múltiples parejas, múltiples relaciones, y ya la sexualidad no es un paso más en el fortalecimiento de una relación humana, sino un simple acto de placer.
De ahí la importancia de no olvidar jamás que junto a la educación mal llamada sexual, se incluyan contenidos como el amor, el respeto, el cuidado y los valores familiares que van de la mano con una sexualidad sana.
Antes muchas parejas fracasaban por una mala información sobre su sexualidad, ahora el riesgo está en otro lado, olvidar el fundamento de la relación humana en su aspecto social y espiritual, el amor, el cuidado de la pareja, el ver crecer los hijos y compartir una vida plena.
Cuando los chicos comienzan a nacer a la sexualidad es el momento de fortalecer la relación y explicar con total apertura que sienten y qué comenzarán a vivir, sin olvidar que esas sensaciones van unidas al amor, el respeto, y la construcción de relaciones que no terminen en volverse desechables.
En el mundo de tus hijos, el amor debe manifestarse, expresarse, hablarse y vincularse a la sexualidad de una manera más sana, no se trata de solo cuidarse de embarazos o enfermedades físicas, sino de evitar enfermedades adictivas (El placer lo es) o sociales, como el divorcio o la disolución de relaciones estables basadas en el compromiso el amor y un proyecto de vida.
En el mundo de tus hijos el amor y la sexualidad deben ir juntos, y jamás ser estudiados por separado, el sexólogo, el sociólogo y el psicólogo deben tener un papel preponderante en la formación de las nuevas generaciones.
Ahora podemos ver gracias a la tecnología cómo sería nuestro futuro, basta con observar que sucede en sociedades tecnológicamente más avanzadas en estos temas y comprender que tenemos la oportunidad de no llegar a eso, los índices de divorcios, de problemas sociales como drogas, delincuencia y violencia van de la mano de la disolución que sus familias como grupos integradores viven.
La revolución industrial cambió para siempre el modelo de familia socialmente integrada y estable, ahora el individuo es cada más solitario, y es cuando el valor de la familia unida debe ser replanteado y sobre todo protegido.
Super Learning
La Revolución del Aprendizaje
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