Hay un refrán que dice que el mejor árbol es el que se
siempre 100 años antes, así el mejor niño es el que nace 100 años antes, tal
vez por eso en relatos antiguos se da un valor tan importante a las
generaciones.
Hoy sabemos que el niño antes de nacer se va creando un mapa
del mundo al que llegará, tanto por lo que come a través de la madre, cómo por
lo que experimentan por medio de las emociones que ella misma le transmite,
esto le da la posibilidad de adaptarse al mundo al cuál llegará.
Si hay pocos alimentos destinará la mayor cantidad de
nutrientes a desarrollar el cerebro afectando su talla, o formando un cuerpo
más pequeño que no requiera tanto alimento, si hay estrés nacerá adaptado a un
entorno difícil.
Pero va más allá este aprendizaje, es la formación de sus
padres y abuelos la que determinará su futuro en el mundo, no sólo porque
tendrán que ver con el entorno social y cultural, sino porque las ideas de
estos marcarán el patrón de su vida en el futuro.
Al llegar al siglo XXI nuestras sociedades Latino americanas,
no han alcanzado los modelos sociales de desarrollo que ya están dejando las
naciones industrializadas, los adultos no hemos terminado de adaptarnos a los
cambios que los modelos salientes nos exigían y ya nuestros hijos les tocará
vivir un modelo totalmente diferente, tanto que aun en esos países no están del
todo listos para dejar un modelo de pensamiento y asumir el otro, entonces
¿Cómo podrán ayudar a sus hijos a aprovechar esas nuevas oportunidades? ¿Cómo
los ayudarán a acortar las brechas?
La respuesta es una y es reinventándose, re educándose,
teniendo la grandeza de saber y asumir que no tienen las respuestas, sin
embargo alcanzarlas y ser los guías de sus hijos, por primera vez tienen la
oportunidad de romper el ciclo donde sus padres determinan sin saber lo que
serán hijos y nietos, tienen el poder de crear conscientemente una futura
generación, pero hay que saltar la brecha.
El reto está en que tienen que dejar de lado lo que creen
saber porque tienen consciencia de las cosas y las comprenden, en el mundo que
se dibuja este tipo de ideas son la equivalencia de las generadas en tiempos
remotos donde el hombre creía que el rayo era la furia de un Dios, esa era la
realidad de su mundo y tardarían miles de años en dejar eso atrás, hoy en el
mundo de tus hijos los tiempos de respuesta son más cortos, tanto como lo es un
mensaje de teléfono celular que va de un sitio a otro del mundo en segundos,
cuando hace 20 años, eso ni siquiera existía.
Hoy tus hijos no pueden esperar respuestas al cambio tan
lentas, menos aun en nuestros países que van rezagados, necesitan que les demos
las nuevas bases y esas no las tenemos porque no se nos educó con ellas, las
tenemos que aprender.
La tecnología sólo es un reflejo del mundo que las produce y
la renueva a velocidades sorprendentes, antes un invento tardaba años antes de
salir al mercado, hoy sale de inmediato, hay un modelo de pensamiento detrás
que tus hijos deben entender, y dominar, hoy la realidad somos sólo consumidores
de tecnología, el reto es que los niños de ahora no sólo la produzcan, sino que
la imaginen, la diseñen, la creen.
No, no tenemos esa formación, no podemos transmitir ese
saber, ni las escuelas poseen esa capacidad, porque viene del modelo impreso en
casa.
Cómo padre tienes que aprender cómo desarrollar esas
habilidades que son mentales y emocionales en tus hijos, el reto no es para
ellos, hoy el reto es como padre, no hay tiempo, es ahora, o no será nunca. La
brecha entre riqueza y pobreza estará determinada por eso y será aun más grande
de lo que hoy día ya es.
Super Learning te ayuda y te orienta.
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